viernes, 28 de marzo de 2014

Hacia


Martine Franck, Henri Cartier-Bresson. París, 1967
Las piernas son espléndidas. Torneadas, blancas sobre el cobertor del sofá. Pero cruzadas. Apretadas como cerrando el paso hacia arriba, hacia el sexo misterioso.
Es extraña esta foto de Henri Cartier-Bresson (1908/2004). Elige una mirada fragmentaria para expresar la sensualidad de todo un cuerpo. ¿Pero dónde está el punctum? ¿Dónde está eso que me punza, que evidentemente suscita en mí una emoción? 
Ahí, en el libro. Es el libro que está abierto, al contrario de las piernas cerradas. El libro que se abre en una página en blanco, anticipo de un texto enigmático.